sábado, 23 de marzo de 2013

El primer día perdido

     Primero hizo Dios los cielos y la tierra pero la luz la hizo el domingo. Y la llamó día, y esa fue la mañana del primer día. A partir de entonces los días de la luz caen en domingo augurando horas de sol apresado. Y es que al cofrade le nace la vida el Domingo, empieza la semana más corta de un almanaque que marca en rojo una blancura líquida que trasciende su condición de color para convertirse en luz misma. 

     El espíritu, vestido ya con túnica de pasión, rememora la infancia a la vuelta de una ermita. Y aunque los claroscuros, silenciosos y esquivos, abrochándome la túnica parecen los mismos, no son más que reflejos de nuestro pasado. Y es que nuestro Tiempo nos ha alcanzado. Es inevitable la palma pálida abrazada a la reja del alma como manilla de un reloj que intenta detener los años inútilmente. Por eso el Domingo también es el primer día perdido. 

     J. Vicent, pseudónimo de José Laguillo Bonilla, firma un artículo excepcional fechado en 1943 y titulado Luminosidad del Domingo. Laguillo fue director del periódico El Liberal durante veintisiete años, perfecto conjugador de literatura y periodismo.





     La claridad gozosa lo inunda todo. Un amanecer purísimo anuncia el Domingo de Ramos. Y las almas, desde temprano, vislumbran otro claror. El deleite de una luminosidad interior. Un deleite sutilmente espiritual que, en igual medida, no puede hallarse en otros meridianos. Que es suyo, de Sevilla, y que perfuma nuestro horizonte íntimo; que insufla un ledo temblor de goce y un suave vapor de ensueño, que elévanos a la comprensión de un sereno y dulce sentir… Porque, digámoslo, Sevilla posee una gracia para ella exclusivamente guardada, un don genuino, testimonio vivaz, fulgente, de bendición celestial. 

     Y bajo esa gracia, las fiestas sacras han de ser aquí únicas, inigualables. Perpetuamente cristalizando fe popular, apoyando en el azul del cielo, siempre, la solidez de su rito espontáneo… 

     Ya se acercan los primeros cofrades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario